Sugiero no seguir llamando focas a los loros...si bien los loros repiten lo que escuchan, pueden siempre aprender nuevas palabras.
Hoy me apropié de unas palabras que no son mías, porque el sentimiento es compartido, así como la percepción de ineptitud, no es una sensación.
"Y el que esté pensando que es que veo muchas noticias o me dejo envenenar por la campaña mediática, agitación, el imperio, el capitalismo o peor: que no quiero a mi país; que lo piense, pero que no me lo diga. No, a mí que no me vengan a decir en qué país vivo porque yo no soy un personaje de ficción, ni vivo en la dimensión desconocida ni nada que se le parezca. Así está Venezuela, o peor."
¡Chávez No Sabe Nada!
lunes 21 de julio de 2008
El Presidente Chávez sabe de los problemas energéticos en Nicaragua, de las necesidades del pueblo de Bolivia, también de las del pueblo de Cuba, entre otros, por eso lo hemos visto construir casas, dotar hospitales, donar patrullas policiales, enviar ayuda humanitaria y hasta militar a otros países. Pero él no sabe, por ejemplo, lo que ha pasado con el Central Agro-Industrial Azucarero Ezequiel Zamora (CAAEZ), que después de tanto años y tanto dinero, (ya van alrededor de BsF. 900 millones), este mes tuvo que aprobar casi un millardito, como diría él mismo, sólo que en estos tiempos hablamos en términos de bolívares fuertes, para su supuesta culminación y puesta en marcha. Chávez tampoco sabe por qué tiene que reconocerle una vez más a los productores de caña de azúcar BsF. 27 millones por la no activación del Central. Supongo que de esto tampoco tiene conocimiento el Contralor General de la República.
Chávez sabe, por ejemplo, que es importantísimo la construcción de una carretera que una a los pueblos del Sur, con romanticismo revolucionario incluído, para lo cual financió otro crédito de 41 millones, en este caso de dólares. También está al tanto de lo necesario que es firmar un acuerdo para instalar en Bolivia algunas plantas industriales: 3 plantas procesadoras de leche, 2 de maíz así como también de inyección de plástico.
Pero también hay otras personas, como por ejemplo las que han protestado recientemente en las afueras del Ministerio de Vivienda y Habitat, que dicen saber lo siguiente: que a Chávez lo tienen engañado! ¿Cuántas veces hemos escuchado en distintas manifestaciones estas mismas palabras?
Constantemente escuchamos al Presidente hablarnos de Historia, de su propia historia, de la historia de otros, de muchos. También de las andanzas del los presidentes de Estados Unidos y Colombia, entre otros. De cómo les tiene medidos todos y cada uno de sus pasos, de cuán controlado tiene al enemigo, léase el imperio, las oligarquías y la oposición, a pesar de lo escuálida que dice que es. Y de repente, sin anestesia, así como un balde de agua fría alguien dice: ¡A Chávez lo tienen engañado!
Y yo me pregunto, ¿será que a Chávez le importa poco lo de aquí, lo de su tan amado pueblo, que de él no se preocupa por saber? ¿Será que lo tienen engañado? ¿O será lo contrario? Que quien nos tiene o pretende tener engañados es el propio presidente a nosotros. Me parece que de allí viene esa afirmación que algunas o muchas personas dicen, estoy segura de que no es un problema de verdades o mentiras, es una cuestión más compleja: poniéndome en los zapatos de esas personas quienes tienen que escoger entre esas dos opciones no es de extrañar que se inclinen por la primera, por una simple reacción de supervivencia, de orgullo o esperanza muy mal encaminada.
Yo, particularmente, estoy segura de lo segundo, porque no comprendo como alguien puede saber tanto y a la vez saber tan poco. Y sí, en esta opción puede haber decepción, dificultad, nuevos problemas, porque implica aceptar que las soluciones tienen que venir de nosotros mismos, significa una tarea que muchas veces es difícil: aceptar la realidad. En otras palabras, es más fácil pensar que Chávez no sabe y que cuando se entere todo lo resolverá a admitir que Chávez si sabe todo eso, y muy bien, y que es uno el que tiene que buscar la solución. No es fácil, cuando cada día todo se ve más enmarañado , pero no es imposible. No permitamos que sigan burlándose de nosotros, eso no es propio de los venezolanos.
Por cierto, ¿será que al Contralor General de la República, quien casi parece estarse estrenando en su cargo gracias a la inconstitucionales inhabilitaciones políticas que ha ratificado recientemente a ciertos funcionarios públicos, también lo tienen engañado?
Chávez sabe, por ejemplo, que es importantísimo la construcción de una carretera que una a los pueblos del Sur, con romanticismo revolucionario incluído, para lo cual financió otro crédito de 41 millones, en este caso de dólares. También está al tanto de lo necesario que es firmar un acuerdo para instalar en Bolivia algunas plantas industriales: 3 plantas procesadoras de leche, 2 de maíz así como también de inyección de plástico.
Pero también hay otras personas, como por ejemplo las que han protestado recientemente en las afueras del Ministerio de Vivienda y Habitat, que dicen saber lo siguiente: que a Chávez lo tienen engañado! ¿Cuántas veces hemos escuchado en distintas manifestaciones estas mismas palabras?
Constantemente escuchamos al Presidente hablarnos de Historia, de su propia historia, de la historia de otros, de muchos. También de las andanzas del los presidentes de Estados Unidos y Colombia, entre otros. De cómo les tiene medidos todos y cada uno de sus pasos, de cuán controlado tiene al enemigo, léase el imperio, las oligarquías y la oposición, a pesar de lo escuálida que dice que es. Y de repente, sin anestesia, así como un balde de agua fría alguien dice: ¡A Chávez lo tienen engañado!
Y yo me pregunto, ¿será que a Chávez le importa poco lo de aquí, lo de su tan amado pueblo, que de él no se preocupa por saber? ¿Será que lo tienen engañado? ¿O será lo contrario? Que quien nos tiene o pretende tener engañados es el propio presidente a nosotros. Me parece que de allí viene esa afirmación que algunas o muchas personas dicen, estoy segura de que no es un problema de verdades o mentiras, es una cuestión más compleja: poniéndome en los zapatos de esas personas quienes tienen que escoger entre esas dos opciones no es de extrañar que se inclinen por la primera, por una simple reacción de supervivencia, de orgullo o esperanza muy mal encaminada.
Yo, particularmente, estoy segura de lo segundo, porque no comprendo como alguien puede saber tanto y a la vez saber tan poco. Y sí, en esta opción puede haber decepción, dificultad, nuevos problemas, porque implica aceptar que las soluciones tienen que venir de nosotros mismos, significa una tarea que muchas veces es difícil: aceptar la realidad. En otras palabras, es más fácil pensar que Chávez no sabe y que cuando se entere todo lo resolverá a admitir que Chávez si sabe todo eso, y muy bien, y que es uno el que tiene que buscar la solución. No es fácil, cuando cada día todo se ve más enmarañado , pero no es imposible. No permitamos que sigan burlándose de nosotros, eso no es propio de los venezolanos.
Por cierto, ¿será que al Contralor General de la República, quien casi parece estarse estrenando en su cargo gracias a la inconstitucionales inhabilitaciones políticas que ha ratificado recientemente a ciertos funcionarios públicos, también lo tienen engañado?
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