sábado, 14 de marzo de 2015

El acostumbramiento y la autodeterminación (salgamos del ping pong)

Hace unos días leí un artículo (y lamento no poder adjuntar el link, pero no recuerdo dónde lo leí), acerca de lo inmediato vs. lo importante durante la "Era Chávez" y cómo las misiones, los apoyos internacionales, la construcción de su particular visión de proyecto ideológico y la necesidad de dinero que todo eso suponía, había hecho de su gobierno, uno que se fijaba en lo inmediato y descuidaba lo importante. A 2 años de su muerte, la cosecha de su siembra es un país con niveles de pobreza superiores a los del 98, con un sueldo mínimo que a duras penas llega a 20 US$ y en vías de seguir cayendo, prueba de que no existió una mejora estructural que aportara bienestar a los venezolanos, sino una "mejora" coyuntural basada en el reparto de dinero inorgánico. La inflación más alta del planeta y en aumento, una economía dependiente de la fluctuación del precio del petróleo y de las importaciones, un esequibo "donado" a Guyana y Exxon en aguas venezolanas sin que el gobierno diga "esta boca es mía", dispuesta a llevarse el petroleo del Delta, mientras Guyana nos deja sin nuestra salida al Atlántico. Venezuela repartida por pedazos a Bielorusia, China, Cuba...Ni justicia social, ni soberanía...¿por qué? Porque el gobierno de Chávez fue el gobierno de lo inmediato, no de lo importante...o porque su concepto de importante era distinto al nuestro...quizás para él, lo que hoy se revela como un modelo fallido, era lo importante, y mejorar estructuralmente (no con ayudas insustanciales), la calidad de vida de los venezolanos o defender el territorio patrio, ni era inmediato, ni era importante.

Lo que sí supo hacer bien, fue crear esa estructura impenetrable, donde los poderes están al servicio de la cúpula y la oposición forma parte del juego de ping pong al que los venezolanos asisten, moviendo la cabeza, viendo qué hacen y qué dicen, de un lado y de otro. 

¿Cuántas veces nos hemos preguntado -opositores y oficialistas- por qué la oposición no capitaliza eficazmente las derrotas evidentes del PSUV? Por qué el venezolano hace colas interminables, le racionan la comida con una captahuellas (y con la escasez en si), el sueldo no le alcanza, el pequeño empresario no tiene trabajo, ni materia prima (o ya no tiene empresa porque se la expropiaron, o no tiene capacidad económica para continuar); salir a la calle es una demostración de fe en que Dios no permitirá que te maten en un país que es una fábrica de cadáveres convertidos en estadísticas, los robos forman parte del acontecer diario (incluídos los del SENIAT y la GNB/PNB al stock de los productores), más de un millón (y me quedo corta) de venezolanos se han ido...y la oposición no logra aglutinar el descontento? Mi teoría es que Venezuela está tan jodida que nadie quiere hacerse cargo y es más fácil jugar ping pong y cobrar un sueldo de diputado, alcalde, concejal o gobernador, que poner la cara y el pecho cuando te reclamen por qué Venezuela tarda tanto en levantarse, si el problema era Maduro. El problema no es (solo) Maduro, el problema es el modelo (y todos los que lo conforman)...y el modelo ha permitido que se inserten otros males no menos importantes: Mafias, Narcotráfico, Grupos armados, Corrupción, Desfalco a la nación (pobre Carlos Andrés...lo redujeron a un niño de pecho), Violaciones a las Libertades y los Derechos Humanos. Nos han deshumanizado y nos hemos acostumbrado a la deshumanización. Somos la cámara que graba el juego de ping pong, ya ni siquiera los espectadores. Somos un ente, una masa deshumanizada que asiste al juego de otros, ya sin esperanza. Por inercia. Hemos entrado a formar parte del engranaje que hace que esta máquina demoledora, llamada Régimen, siga destruyendo al país. El PSUV, la MUD y cada uno de nosotros, formamos parte, porque contemplamos, impasibles, la pelotica que va de un lado al otro...en la misma mesa.

Pero nosotros no ganamos puntos en ese juego. Hay dos extremos, dos raquetas...nosotros somos la mesa que sostiene el ping pong y nos empeñamos en asumir el papel de observadores...venezolanos opositores y oficialistas tenemos eso en común. ¿Cuántas veces han dicho (o escuchado decir), "vamos a esperar a ver qué pasa"?, como si no fuéramos conscientes de que cada día bajo éste modelo nos daña, daña nuestras vidas y daña al país.

La oposición (que dice representarnos), tampoco se ha fijado en lo importante, sino en lo inmediato...en el cálculo político, en la siguiente elección, en la imagen política individual. En hacer vida en una democracia de mentira, en llamar oclocracia o teocracia a una dictadura que "ha usado las herramientas de la democracia burguesa para instalar el SSXXI" (Chávez y los intelectuales - Youtube). Hemos (venezolanos -oposición incluida-), dejado de ser, para convertirnos en lo que el modelo quiere que seamos...parte de la estructura que sostiene al régimen.

Siempre he defendido (y lo sigo haciendo), que en la pluralidad opositora todo suma, que tener distintas perspectivas y tomar diferentes acciones, no es negativo si el objetivo es el mismo y si una estrategia no menoscaba la otra. Lamentablemente, los cálculos inmediatos de los actores políticos, han impedido capitalizar el terreno ganado, socavado la confianza en ellos, menospreciado a la sociedad contribuyendo a su deshumanización al percibirla como mero electorado, haciendo cálculos para ganar espacios políticos en una estructura dictatorial donde son un adorno necesario. Esos espacios también son necesarios para nosotros, como una forma de resistencia a la entrega absoluta...pero no son lo importante, sino lo inmediato.

Lo importante es aglutinar a todos los sectores de la población, opositores y oficialistas (y toda su escala de grises), en torno a la idea de un nuevo pacto social, alejado del actual modelo, que alimente la voluntad colectiva de levantar al país, no a individualidades políticas. Un pacto que tome en cuenta a la sociedad que lo reclama y al mismo tiempo, la comprometa a formar parte. Esto es imposible si las cúpulas mantienen la distancia de las bases, si los actores políticos mantienen la distancia unos de otros y si el cálculo político está por encima del reclamo social. Sin esta comunicación necesaria entre todos los sectores, no es posible fijar un objetivo común, y el objetivo común es lo importante, en lo inmediato y a futuro.

Ayer leí que "la comunicación es útil para la política cuando se sabe qué se quiere decir y por qué significados se quiere luchar", y creo que como sociedad tenemos que quitarnos el Síndrome de Estocolmo que nos ha dejado este secuestro de 16 años y preguntarlos ¿Qué comunican y por qué luchan los actores políticos en Venezuela?, porque cada vez que lo que comunican no nos convence, significa que no están luchando por lo que la sociedad reclama. Y esta es la razón por la que la oposición no ha capitalizado el descontento.

Si para algo han servido las sanciones de E.E.U.U. a funcionarios venezolanos, ha sido para conocer las posiciones de los "líderes" y depurar en el imaginario colectivo a esa cúpula que debe representarnos, porque algunos se cuadran con el gobierno, repitiendo sus falacias y alimentando sus versiones. Seguir moviendo la cabeza al ritmo de los raquetazos de otros nos hace "instrumento ciego de nuestra propia destrucción".

Si algo puso de moda -en nuestro país, continente y "for export"- el difunto/ex presidente, fue la muy manida frase "autodeterminación de los pueblos", y quizás las organizaciones y movimientos sociales tendrían que hacer lo que las cúpulas no hacen: Escuchar, representar y establecer el objetivo común de todos los sectores de la sociedad y darle voz propia para sacarnos del ping pong o al menos hacernos con una de las raquetas. Salir de la matriz, comenzar a exigir de forma organizada, proponer alternativas a la actual forma de hacer las cosas y depurar los líderes partidistas, aunque sea en la consciencia colectiva. Sin cálculos políticos...porque hoy, lo inmediato y lo importante se ha vuelto lo mismo: cambiar de modelo, para lo cual es necesario cambiar el gobierno, porque de mantenerse el gobierno y el modelo, seguiremos perdiendo libertades y espacios, y los cálculos políticos no servirán de nada. 




A todos aquellos con aspiraciones políticas les digo que no habrá nada que les dé más votos que contribuir a cambiar este gobierno y este modelo. Hagan sus cálculos.




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