miércoles, 5 de enero de 2011

Lo realmente triste

Los venezolanos (como sociedad, no en las individualidades)...tenemos la cultura del nuevo rico-recien vestido. El boom petrolero nos hizo daño y nos acostumbró a la papa pelada. Mientras otros países latinoamericanos sufrían dictaduras militares destructivas, el nuestro disfrutaba de la bonanza...nos convertimos en los hijitos malcriados de Sudamérica y ahora no sabemos enfrentar lo que nos toca vivir.

No es gracioso que un guerrillero con acento cubano, en estado de ebriedad, que amenaza con profundizar el comunismo puro y duro, sea el nuevo presidente de la AN (Congreso-Parlamento). No es gracioso decir que la AN aprueba leyes como churros, y que todas ellas violan nuestra actual Constitución, ni que la mitad de la gente salga corriendo y la otra mitad se sienta ofendida cuando el que se fue opina. Si son hijos de inmigrantes, pregunten a sus padres qué se siente dejar su tierra por obligación...

Triste que los venezolanos (como sociedad, no en las individualidades)...no maduran.

Esperan de 65 personas pertenecientes a la misma sociedad, criadas por la misma teta, que luchen y defiendan los derechos de todos y que nos marquen el camino, cuando ni siquiera sabemos hacia dónde queremos ir.